domingo, 27 de diciembre de 2009

La filosofía del Aikido (Parte I).

Llevaba un tiempo queriendo recopilar algunas de las palabras textuales de Sensei Ueshiba que explicaran de alguna manera la filosofía de este arte visto desde el punto de vista de su propio fundador. He aprovechado estos días de descanso para hacerlo definitivamente, pero como hay bastante información os la presentaré en más de una entrada. Espero que os guste.

En primer lugar, tenemos los cinco fundamentos sobre los que O-Sensei asentaba las bases del Aikido, escritas por él mismo:

- "El Aikido es el camino que reúne a todos los caminos del Universo desde la noche de los tiempos, es el Espíritu Universal que contiene y une a todos los seres."

- "El Aikido es la verdad enseñada por el Universo que debe regir nuestra vida en la Tierra."

- "El Aikido es el principio que une a la humanidad con la Consciencia Universal."

- "El Aikido alcanzará su objetivo supremo cuando, cada ser, después de haber seguido su propio camino, no sea más que uno con el universo."

- "El Aikido es la Vía de la Fuerza y la Compasión que conduce a la perfección infinita y la gloria divina."

Como podemos ver, la forma que toman todos estos fundamentos es muy parecida a la de las creencias taoístas, si no similar. Aúna el principio de la no-acción como acción, el entendimiento del Aikido no sólo como un arte marcial definitivo gracias a ello, sino también como forma de vida para con todos, que predica la no-violencia y el uso de los conocimientos como algo que ha de utilizarse cuando sea indispensable y de forma pura, sin cargas emocionales, para conseguir entender la esencia de aquello que nos rodea y llegar al más alto conocimiento del Universo.

A continuación tenemos unas palabras pronunciadas por el Sensei Ueshiba en una conferencia acerca de los conceptos de "Amor" y "Armonía" en el Aikido y su influencia en el arte:

Conferencia: La Armonía del Amor.

"El Aikido no es más que la manifestación de las implicaciones del amor. El amor da forma al Universo y purifica todo lo existente. El Universo siembra las semillas de las que nace todo lo que existe, y contiene la fuerza infinita que alimenta y permite la germinación y el crecimiento de ellas. He dado el nombre de "Aiki" a las numerosas leyes del Universo, productos del amor que teje este maravilloso tapiz que es la vida sobre la Tierra. La finalidad del Aikido es cumplir una misión de compasión, de protección de todas las formas de vida y de velar por su desarrollo.

¿Cuál es la fuente de materialización de la vida en el Universo? El Espíritu Infinito y el amor son las fuentes de la vida. El Aikido es también una fuente, un camino que lleva al hombre a la armonía con el Universo. Sólo si aspirásemos al principio de unidad con el kami y la humanidad se reconciliase con la naturaleza, podríamos participar en esta búsqueda infinita de la perfección y de ese modo pondríamos fin al mal, al sufrimiento: ésta es la misión vital que nos confía el Universo.

Las formas cósmicas se revelan en el cuerpo humano. Debemos aprender a descubrir el Universo que hay dentro de nosotros y despertar a los principios de equilibrio y amor, principios sagrados que nos ha dado el Universo. El Universo se manifiesta a través de un mosaico infinito de formas: cada una de ellas refleja su plenitud, cada una está en equilibrio perfecto con todas las demás. Así como el universo expresa el Amor de muchas maneras, nosotros debemos expresar el equilibrio y la armonía dinámica del Universo a través de nuestras numerosas relaciones. A través de éste proceso, el Universo podrá penetrar el cuerpo y el espíritu de los hombres y así nutrirlos con verdadera fuerza.

Todo lo existente proviene de la misma fuente. Todas las cosas que pueblan la Tierra son la expresión de este amor universal. El corazón del Universo late en armonía con la Creación y se inclina en reverencia ante su grandeza. Cada uno de nosotros debiera esforzarse por comprender dicho ritmo y experimentar en su corazón esa armonía en su equilibrio perfecto. El propósito del Aikido se ajusta al sendero del amor universal. Su enseñanza es la del kami. Sus principios son las leyes de la armonía y el balance que gobiernan la vida sobre la Tierra. Su función es unirse al corazón del Universo y dar amor."

El término "Kami" hace referencia a un Dios como algo superior. En Taoísmo se referiría al Tao. Sus palabras conciben el amor como la razón definitiva por la que el Aikido es lo que es: El amor por los seres y aquello que nos rodea y nuestra obligación de protegerlo. El Aikidoka como guardián superior de la armonía, de toda forma de vida, que comprende algo que los demás seres aún no ven: la paz como verdadero camino para uno con los demás y el todo con el Universo. La armonía surge del enlace del concepto de amar con actuar, mediante la armonía logramos proteger sin dañar. Logramos el equilibrio adecuado. Es más fácil dañar que proteger, por lo que cuando logramos proteger sin dañar estamos manteniendo el dominio del arte al máximo exponente y conseguimos perpetrar el equilibrio entre las cosas, los seres y el karma. Somos uno con el Universo y logramos la paz.

En la próxima entrada incluiré más conferencias y la idea del Tao del Aikido, para extender y completar las ideas que se han desarrollado en ésta.

Un abrazo a todos y Felíz Navidad.

domingo, 20 de diciembre de 2009

El sabor de la derrota.

Un cinturón blanco contra uno marrón.

Jadeo... me cuesta respirar. Sus ataques son potentes, y a pesar de ser más grande que yo, es muy rápido. Ya habíamos combatido juntos antes. Es capaz de ver todos mis ataques. No soy rival para él.

He recibido un mawashi geri (patada lateral) al costado que me arde como el fuego.

Pero aún puedo hacer algo.

El combate empezó equilibrado, ambos mirándonos a los ojos. Calmados. Tensos. Sabíamos que en cualquier momento cualquiera podía lanzar el primer golpe... pero los dos esperábamos al contrario.

Él se sorprende, puedo percibirlo. Ya no me lanzo a lo loco como hacía en mis primeros combates. Decide comenzar a atacar, lanzando una ráfaga imperceptible de oi tsuki (puñetazos), presionando, mientras yo reacciono instantáneamente retrocediendo, esquivando y defendiendo. Siento que llego al final del tatami, así que me desplazo lateralmente, pero él lo espera y lanza una patada lateral. Aunque yo también la esperaba.

La bloqueo sin problemas, pero es muy explosiva. Es dolorosa.

No puedo seguir atrás. Lanzo un par de golpes sin mucha precisión, que me permiten desplazarme al lado contrario del tatami para evitar la penalización por salirme de él. Sigo esquivando, él sigue presionando.

Noto su frustración. Lanza golpes, pero ninguno impacta como debe. Soy blanco. Él marrón.

Sigue golpeando, descubre su rostro poco a poco. Empiezo a ver el hueco. Sigo cargando energías mientras me limito a esquivar. Sus ataques llevan potencia, y aún me duelen las costillas de la patada recibida. Esquivo, retrocedo, me desplazo. Sus golpes no impactan... pero por muy poco.

Su gesto se vuelve agresivo. Ya lo tengo. Se vuelve descuidado, quiere marcar como sea, y eso me dará la oportunidad. Lanza un golpe impreciso.

Ahí está. Un pequeño hueco.

Mi mente sólo lo percibe, ni siquiera llego a verlo, pero mi puño ya ocupa el lugar donde estaba su mandíbula, e instantáneamente el estruendo de un kiai llena la sala mientras recojo el puño con velocidad.

¡Ippon! Un punto.

A pesar de lo perplejo de sus caras, tanto de los asistentes como de mi oponente, el golpe ha llegado y he marcado un punto. El maestro lo consulta con el árbitro más de una vez, para estar seguro. En efecto, ha sido válido.

Reanudamos el combate.

Él está hecho una fiera, me lanza sus combinaciones de forma devastadora y algunos de sus golpes impactan, pero no como para marcar. No se lo permito. Si marco de nuevo... empatamos, y, teniendo en cuenta que soy cinturón blanco, no puede permitirlo bajo ningún concepto. Quiere destruírme cuanto antes.

Estoy hecho polvo, apenas consigo esquivar. Apenas lanzo algún golpe, no me quedan energías. Se descubre la cara golpeando. Es mi oportunidad de cargar mis energías restantes para marcar una última vez... Quedan 30 segundos.

Baja la guardia, y antes de poder lanzar sus puños, los míos ya han llegado a su boca. Pero no lo han hecho como para puntuar. No recojo a tiempo porque me falta técnica, aunque consigo frenar su arrollador empuje. Sus puños se lanzan como mazas, y consiguen encontrar su sitio en mi vientre. Otro punto para él.

Sigo esquivando. Vuelvo a encontrar el hueco en su cara una vez más, mi puño se lanza como un misil, aunando mis últimas fuerzas... llega, colisiona... pero sigo sin recoger. El punto no cuenta.

¡Yame! El combate finaliza.

Pierdo 3 a 1, pero he peleado como debía. Ésto no es una película, no puedo ganar a un marrón de la noche a la mañana... Pero tiempo al tiempo. Ésto es sólo el principio.

Hoy soy más fuerte de lo que era ayer.
Menos fuerte de lo que seré mañana.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Crepúsculo

Sólo la luz de la luna helada alumbra la habitación del hospital esta noche. Hace tiempo que apagaron las luces, por lo que he dejado el libro a medias.

Él yace tranquilo en la cama, está mucho mejor. Consigue descansar después de unos días duros y una tarde agitada. Parece que el susto se quedó en nada, pero estas cuatro paredes serán mi cama, al igual que la suya, hasta llegar la madrugada. Dentro de unos días volverá a estar en casa, sano como siempre.

El sillón desplegable es un auténtico infierno. De desplegable no tiene nada, casi lo mismo que tiene de sillón. Considero lo necesario del descanso a causa del día que me espera mañana. Entrevista de trabajo, tres horas de entrenamiento, clases en la universidad... pero es inútil. No puedo dormir, así que decido practicar mientras la oscuridad envuelve mis movimientos suavemente.

Estoy sereno y tranquilo. Estoy equilibrado, me muevo con fluidez. Respiro profundamente y suelto el oxígeno de golpe, silencioso, mientras mi puño desplaza el aire para impactar en la nada. Recojo el movimiento hasta la guardia y vuelvo a respirar. Mi otro brazo corta el aire de la misma manera, y el movimiento se repite. Doy un paso ligero y vuelvo a separar las piernas para volver a empezar. Es un ejercicio de respiración. No molesto, no llamo la atención. Por otro lado, doy gracias de que él no tenga compañero de habitación.

La noche es silenciosa. Algún quejido quiebra el silencio, pero vuelve la armonía cuando el eco se funde con la nada. Hay más asuntos rondándome que el que envuelven las paredes, aunque en este momento sea el más importante. No hay de qué preocuparse. Hacer las cosas correctamente porque de forma correcta es como deben de hacerse, y el tiempo guiará las acciones por el camino que deben seguir.

Hago una reverencia hacia la nada más absoluta para agradecerle el darme esta calma mientras practico, y doy por concluído el ejercicio. Vuelvo al sillón. Decisiones, decisiones...

domingo, 6 de diciembre de 2009

Nihongo Noryoku Shiken 2009

Hace más de diez años que viene celebrándose el primer domingo del mes de diciembre, a nivel mundial, el Examen de Destreza de Idioma Japonés (Más conocido por las siglas JLPT - Japanese Language Proficiency Test) o Noryoku Shiken.

Se trata de un examen análogo a otros como el TOEFL (Test of English as a Foreign Language). En España se celebra únicamente en Madrid y Barcelona, por lo que si el estudiante vive lejos debe desplazarse para realizarlo. En el caso de Madrid se celebra en la Universidad Autónoma de Madrid (da la casualidad que también es la universidad donde estudio), que es la única que posee un departamento de Estudios Orientales. La obtención de un aprobado en cualquiera de sus niveles da acceso a un título de gran prestigio en Japón, la titulación oficial que certifica el dominio de este idioma.

Existen cuatro niveles distintos a los que el estudiante puede presentarse, pero son eliminatorios: Si uno se presenta a un nivel no puede presentarse a ninguno más hasta el examen del año siguiente. Estos examenes constan de tres partes diferenciadas: Kanji y vocabulario (Comprensión de los ideogramas y vocabulario), Comprensión escrita y Gramática e Ikitori (Como los listening de los examenes de inglés. Comprensión oral). Los distintos niveles se dividen de forma similar a los grados de las artes marciales:

- Yonkyuu (4º Grado, nivel elemental) : En éste grado se requiere un dominio de la gramática más básica del idioma. El estudiante debe conocer los 100 kanji más básicos y 800 palabras de un vocabulario general.

- Sankyuu (3º Grado, nivel básico) : En éste grado se requiere un dominio de una gramática intermedia. El estudiante debe conocer 300 kanji (contando los 100 anteriores) y 1500 palabras de un vocabulario más variado y específico.

- Nikyuu (2º Grado, nivel intermedio) : A pesar de definirse como nivel intermedio, la diferencia entre el Sankyuu y el Nikyuu es muy alta. Examinarse de este grado requiere un dominio bastante alto a todos los niveles. El estudiante debe dominar una gramática avanzada, conocer 1.000 kanji y 6.000 palabras distintas de un vocabulario variado y técnico.

- Ikyuu (1º Grado, nivel avanzado) : Es el grado más alto, y muy pocos lo obtienen debido a su dificultad. Para aprobar necesitamos dominar la práctica de toda la gramática japonesa, conocer 2.000 kanji y más de 10.000 palabras de todo tipo de vocabularios.

El examen dura desde 1 hora media hasta 3 horas, según el nivel. Para aprobar necesitamos tener un 60% del examen correcto, excepto en el primer nivel, que es un 70%. Normalmente para conseguir el Yonkyuu se tarda un año desde que comenzamos a estudiar, y otro para el Sankyuu desde que conseguimos el Yonkyuu. Para el Nikkyu necesitaremos dos años desde el Sankyuu si queremos llevarlo bien preparado, y para el Ikkyu aproximadamente un año o año y medio más desde haber logrado el Nikkyu.

El caso es que este es el tercer año que estudio el idioma y así mismo el tercero que me presento a éste examen. El primer año obtuve el grado de Yonkyuu, y el año pasado no me esforcé suficiente para el Sankyuu y no lo aprobé, por lo que este año repito, aunque con las motivaciones mucho más altas y un cambio de mentalidad. Este año no voy a suspender bajo ningún concepto.

Para llegar al Nikyuu es muy complicado estudiando en Madrid, uno necesita empaparse de sus formas de expresión, de su cultura y del día a día. Por eso, mi objetivo es lograr el Sankyuu y marcharme allí un mes o dos a estudiar en cuanto pueda, y ese tiempo me gustaría ingresar en la escuela Yoshinkan de Aikido y también en alguna de Karate. Estudiar con los grandes maestros japoneses sería un sueño para mí. Aprender de sus entrenamientos y sus formas me enseñará disciplina y mejorará mi experiencia de ambas artes profundamente, tanto a nivel práctico como espiritual. Estoy deseándolo.

Mañana es el gran día, y estoy preparado. Deseadme suerte, ¡Habrá que esforzarse al máximo!