domingo, 18 de septiembre de 2011

El comienzo de un nuevo camino

Ha llovido mucho desde que comencé a escribir aquí. Han pasado días de esfuerzo, de entrenamiento duro, de compartir ilusiones y sueños. De ganar y perder, de recuperar, de sufrir y olvidar mi camino. De recordarlo y entender que la vida es continuo aprendizaje y de que un final no es sino un nuevo comienzo.

He comprendido quién está a mi lado y quién se ha quedado por el camino. Aprendido cuando hay que luchar y cuando pararse a meditar, a diferenciar lo justo de lo injusto y aquello por lo que hay que darlo todo y no rendirse jamás. Ahora sé cual es el significado del sacrificio, de sudar sangre y llevarse a uno mismo hasta el límite de lo que es sano por un ideal. Sé lo que es sumergirse en la oscuridad para nadar hacia la luz. He caminado por una senda de dolor y he vuelto. Ahora sé que no hay una sola via para llegar a donde queremos llegar, pero sé que para llegar a algo valioso es necesario estar dispuesto a todo y no quedarse a mitad de camino.

El mundo ha cambiado, la vida ha cambiado y yo con ella. Y, aunque con una cicatriz, mis manos agarran fuerte un equipaje que no puedo compartir con nadie más, en el que sólo cabe voluntad, determinación y la guía de mi propio espíritu. Atrás dejo a la gente que amo y que lo ha sido todo para mi, y mi corazón estará con ellos siempre. Pero ahora es momento de cambiar y de seguir aprendiendo, de dar un paso más allá no sólo en el entrenamiento, sino en la vida. Me acompaña un compañero formidable que ha decidido ser parte de este viaje, cuyos consejos siempre encuentran su sitio y sabiduría que transmitir.

Ahora sólo queda una cosa que hacer: mirar hacia delante para crear un futuro con mis propias manos.

Cuando el destino así lo quiera, volveré a mi hogar.

viernes, 1 de julio de 2011

Fundamentos del Aikido I : Tenkan.

Si pudiéramos identificar un elemento imprescindible sin el cual el Aikido no sería Aikido, probablemente cualquier conocedor del arte nombraría sin dudarlo el "tenkan". Y, de hecho, es cuando éste movimiento no es ejecutado correctamente cuando el Aikido pasa de ser energía dinámica a ser fuerza bruta. Tanto es así que, últimamente, he comprobado con mis propios ojos la gran importancia de tener un tenkan bien entrenado, y cómo los más inexpertos miran en ocasiones con extrañeza cuando se les indica una y otra vez acerca de esto.

Pero, ¿qué es "tenkan"?

Dentro del arte del desplazamiento, o "tai sabaki" en el aikido, es el engranaje esencial que mueve prácticamente toda la maquinaria en cada técnica. El Aikido es un arte dinámico que aprovecha la fuerza del rival para proyectar e inmovilizar utilizando el menor esfuerzo posible. Pues bien, para ello es indispensable el uso de este movimiento.

Tenkan es un movimiento de rotación ejecutado por el tren inferior cuya energía se inicia en la cadera y se extiende hacia las piernas, pivotando sobre una de ellas, en un efecto de compás.

El uso de los brazos se reduce básicamente a "guiar" la fuerza del contrario, como si su golpe fuera un tren acelerando por unas vías y nuestra mano sirviera como un cambio de agujas para hacerle cambiar de trayectoria por otro carril. La fuerza que aplicará el brazo debe limitarse a eso en el 90% de las técnicas: a guiar, a conducir, nunca a forzar. De ésta manera el movimiento del oponente es reconducido y amplificado, o absorbido, por la potencia del movimiento del tenkan.

Tenkan es, básicamente, la coyuntura entre la fuerza del rival y nuestro cuerpo: es el punto de conexión que hay que aplicar en el lugar exacto con la fuerza adecuada. Por ejemplo, si nuestro paso es profundo y potente y su golpe fuerte, la fuerza puede amplificarse varias veces en contra del oponente. Si, por el contrario, queremos reducir dicha fuerza, el paso puede ser menos profundo y nuestro movimiento realizado en forma de absorción y no de amplificación.

Es imposible pensar que un oponente que nos supera varias veces en tamaño va a ser doblegado por la fuerza de un ser de menor tamaño. Sin embargo, si es su fuerza la que se aplica en su contra, la cosa cambia, pero para ello es imprescindible este movimiento. Muchas veces nos encontramos en momentos en que ésto es ardua tarea, ya que llegar a dominar este factor del Aikido supone haber llegado a una maestría considerable en el arte y es cosa de mucho entrenamiento. Pero hay algo completamente cierto: funciona.

Se dice que la caligrafía es la armonía entre el pincel, la tinta y el pergamino. En el caso del Aikido, éste es la armonía entre el los practicantes, la técnica y la energía. Las tres cosas deben estar en sincronía y equilibrio entre ellas, sino es imposible la ejecución de una técnica correcta. El Aikido no es sólo proyecciones, técnica y espíritu: también es física pura.

En resumen: la ejecución correcta de nuestro tenkan es uno de los pilares imprescindibles para hacer evolucionar correctamente la técnica, y es algo que hay que entrenar en profundidad.

jueves, 2 de junio de 2011

Lecciones de Hagakure I: Aprender de los errores.

Cuando el Señor Mitsushige sólo era un niño, se le pidió leer un pasaje de un libro del Monje Kaion; por ello llamó a los otros niños y acólitos para decirles: "Os ruego que os acerquéis y escuchéis. Es muy difícil leer cuando no hay nadie que escuche". El monje quedó impresionado y dijo a los fieles: "Es con este espíritu con el que hay que hacer todas las cosas".

Con esta pequeña fábula quiero comenzar una sesión de entradas que traten sobre "Hagakure", un libro sobre estrategia samurai de referente similar a obras de la talla de "El Arte de la Guerra" de Sun-Tzu o "Gorin no Sho" de Musashi Miyamoto. Posee grandes lecciones ya no sólo a nivel marcial, sino para conquistar las batallas de la vida. Hagakure nos enseña la aceptación de la vida incluso cuando no tenemos deseos de vivir, nos enseña a morir diariamente para ser conscientes del presente perpetuo y a buscar más allá de lo superficial.

La historia que se nos presenta al inicio de la entrada representa algo tan esencial como es el propio reconocimiento humano. Si analizamos detenidamente la historia, comprenderemos que lo que el Señor Mitsushige pretende no es ser escuchado por todos de una forma pueril, en otras palabras, para recibir la atención de todos. Su intención es "ser escuchado" para "ser analizado" por los demás, para descubrir si realmente sus lecturas están bien ejecutadas y ver hasta donde llegan sus conocimientos.

Con la frase "Es muy difícil leer cuando no hay nadie que escuche" se está haciendo referencia a la capacidad de aquel que observa de discernir los fallos de una manera más precisa que aquel que está ejecutando la tarea en sí. Lo que el Señor Mitsushige quiere, pues, es ser "criticado" para poder pulir más su técnica. Es conocedor de que, dándose esta situación, algún observador será capaz de encauzarle mejor hacia su objetivo, que es mejorar su ejecución.

Sin embargo, en la práctica real no todo el mundo es capaz de asimilar una crítica como algo positivo. Hay que comprender que no todas las críticas pretenden ser constructivas, es más, en muchas ocasiones todo lo contrario. Sin embargo, es innegable que detrás de cada crítica destructiva hay cierta cantidad de verdad. Es ahí donde debemos enfocarnos para poder cambiar en los puntos negativos.

Haciendo alusión a este mismo punto, en otro apartado del libro encontramos cómo un samurai desconocido cita textualmente: "No se puede conceder confianza al que no ha cometido jamás un error [...] No animar a un hombre porque ha cometido errores es impedir que mejore".

Errar es humano al fin y al cabo, y es siendo conocedor de éstos errores como uno es capaz de crecer en la vida. Por eso, que cada crítica resulte un nuevo motivo para autoexaminarse y mejorar, y no uno para derrumbarse. Uno puede superar su propia facultad de discernimiento si aprende a leer y escuchar con provecho.

domingo, 29 de mayo de 2011

Naturalidad.

Existe un refrán que dice "Aprende todo lo que puedas para después olvidarlo". Hasta hace bien poco no había entendido el significado concreto que tiene. Creo que es algo que es perfectamente aplicable tanto para la vida diaria como para la práctica de las artes marciales, más concretamente para el aikido, en el que la fluidez es un elemento clave.

En éste mundo, toda persona que se precie de tener inquietudes y querer crecer como ser humano busca siempre poder comprender mejor todo aquello que le rodea, aprender de la vida y de la gente. De ésta manera nos sentimos más seguros con nuestro entorno, nos acercamos a esa meta de poder "controlar" nuestras circunstancias de forma que nada nos sorprenda. Como artista marcial es lo mismo, queremos llegar a la máxima perfección que podamos para alcanzar el grado más alto en nuestro propio nivel.

El problema se genera cuando llega un punto en el que debemos dejarnos llevar por nuestros instintos y ser naturales pero no lo conseguimos hacer. ¿Por qué? Porque nos hemos acostumbrado al análisis exhaustivo, más allá del instintivo, y estamos demasiado sistematizados. Y es que nada puede ser controlado al cien por cien. Ni siquiera con los mayores conocimientos.

Llega un punto en que si sistematizamos nuestro cerebro para llegar a un resultado en concreto, crearemos un vicio que no nos permitirá ser naturales cuando haga falta al "mecanizarnos". Por ejemplo, si nos concentramos demasiado en ejecutar cada paso de una técnica, es muy probable que ésta pierda toda su fluidez. El cuerpo humano, el ser humano necesita ser natural. Necesita hacer las cosas a su manera, aunque estén mal hechas, y por eso, aunque hay estudiantes más aventajados que otros, todos necesitamos pasar por éstos puntos y dejarles pasar por ellos para que de ahí vayan avanzando.

Y a aquellos que ya poseen amplios conocimientos y quieran perfeccionarlos, lo mismo: de ahi la necesidad de "olvidarlo todo una vez lo hayamos aprendido bien". La actitud básica debe ser dejarse llevar por la situación, olvidarse de la tensión, sentirse cómodo con el momento y fluir. Es útil respirar profundamente e intentar vaciar la cabeza de pensamientos.

Llevo tiempo considerando que mi capacidad de análisis me ha ayudado a llegar más rápido a conocimientos que otros no tendrían aún en mi situación, y ello genera sentimientos de superioridad nada adecuados. Ahora he comprendido que dicha facultad es un factor positivo, pero no es algo de lo que se deba abusar.

En conclusión, el análisis de las situaciones o de las técnicas nos abrirá las puertas a conocimientos más amplios en menos tiempo, si somos astutos para absorberlos. Pero, de la misma manera, pueden hacernos perder efectividad si abusamos de esa sistematización que nos embota la mente y nos insensibiliza, y no dejamos paso a los movimientos naturales. Como todo en ésta vida, el propio artista marcial, como guerrero y como ser humano, debe saber ser equilibrado.

martes, 1 de febrero de 2011

El fin de una era.

Hay veces en ésta vida que, de pronto, todo se despeja en tu mente y el mundo te parece mucho más simple. Cosas que veías incomprensibles; ataduras que parecían irrompibles se hacen pedazos y, de pronto, te ves a tí mismo como alguien muy diferente. No entiendes porqué has pasado tanto tiempo sufriendo cuando el mundo que está ahi fuera te espera, un mundo que tiene posibilidades ilimitadas para ti.

He sido capaz de llegar a ésto gracias a una amiga muy especial que no olvidaré jamás. Y no ha sido por ningún consejo suyo, sino más bien por una reflexión mía acerca de su actitud ante la vida que me ha enseñado cosas que otras personas simplemente veían de cajón, gracias a compartir nuestra forma de pensar tirados en un sillón a lo largo de esta semana. Mañana cogerá un avión y no la volveré a ver hasta dentro de mucho tiempo, pero su calor y su cariño seguirán conmigo.

En ésta vida hay que darlo todo por nuestros sueños. Y a veces esos sueños no son sólo objetivos, también son personas. Una persona puede ser tu sueño. El problema es cuando somos incapaces de llevarlos acabo por miedo al futuro, por miedo a equivocarnos o dar un mal paso. Cuando la mente está clara, no hay limitaciones: somos capaces de construir nuestro camino con los materiales que nos encontramos en él.

Ninguna cosa es definitiva en éste mundo. Todo perece y todo vuelve a resurgir. Las cosas que se rompen pueden arreglarse, pueden volver a funcionar. Para alguien que comprende que no existen barreras, que no conoce las barreras, saltar el charco y viajar miles de kilómetros de un lado a otro no significa nada, y más si es por una persona a la que se quiere. Que abandones un lugar no significa que abandones a la gente que quieres ni tus sentimientos por ellos. Por eso el proyecto Ronin sigue hacia delante, algo muy importante para mi que fue aparcado hace casi un año, del que sólo unos pocos sabían, y del que se irán revelando detalles muy lentamente.

Y por ello lamento profundamente informaros de que éste blog cierra sus puertas; no de forma definitiva pero sí permanente. Hace mucho que no escribía aunque he tenido todos los temas del mundo para hacerlo: se debe, sinceramente, a distintos motivos: Por un lado sentimentales, pero el principal durante los últimos meses ha sido la falta de tiempo libre.

Si éste blog cierra sus puertas es porque no sé cuando volveré a escribir. Quiero centrar todos mis esfuerzos en completar aquello que empecé hace cuatro años: aprendiendo idiomas, entrenando, conociendo amigos, compañeros, preparando el terreno para lo que viene, que os aseguro que es bastante gordo y ambicioso. Quiero que sepais que sigo visitandoos, sigo buceando entre vuestros blogs y deseándoos lo mejor.

Ahora, estamos en medio de la creación de una página web de nuestro propio dominio para el proyecto. Pero, mientras tanto, podeis comprobar por el blog que hemos creado en qué consisten las trazas principales del mismo hasta que ésta página esté activa. Espero que lo disfruteis y espero que consigáis todo lo que os proponéis en ésta vida.

Nada es imposible con esfuerzo, así que jamás os deis por vencidos, nunca. Un abrazo muy fuerte a todos vosotros. Muchas gracias por estos dos años de apoyo contínuo y grandes conversaciones.

Nos veremos muy pronto.

Proyecto Ronin: http://www.roninma.blogspot.com/