miércoles, 29 de abril de 2009

Paso a paso

Me he quitado los zapatos y he entrado en el tatami. Es lo bueno de esto. Últimamente las cosas no van muy bien, y tengo la impresión de que cada paso que doy es un error. Por eso, cuando practico, borro de mi cabeza todos los problemas que tengo y me desfogo de una manera inconsciente.

Reverencia al gran maestro. Reverencia a sensei Borja. Comienzo a calentar.

Tras 20 minutos alternando carreras y flexiones por un suelo recién encerado, estoy sudando. Me encanta ese sudor... significa trabajo.

Comenzamos a entrenar, y, por primera vez, me paro a pensar sobre mi evolución en este arte. Llevo un tiempo ínfimo, pero mi cuerpo comienza a adaptarse a los movimientos. El maestro comienza a confiar en que aprenda sin que estén tan pendientes de mi.

Practicamos tenkan. Practicamos ura shihonage y omote shihonage (Shihonage frontal e inverso). Tengo más fluidez, y lo más importante, mis compañeros se sienten más comodos conmigo al entrenar. Nos reímos más. No me gusta ser un paquete. El iriminage (proyección diagonal) aún se me resiste. El camino que me queda es infinitamente largo, pero sigo andando al fin y al cabo.

Terminamos la clase. Reverencia al gran maestro. Reverencia a sensei Borja.

Despues de ducharme, vestirme y echar unas risas, me despido y salgo del gimnasio. A veces los caminos son largos y puedes perderte en ellos, pero siempre puedes volver a echarte a andar. Si tienes paciencia, acabarás encontrando de nuevo la ruta.

Estoy mejor, y camino hacia casa.

martes, 28 de abril de 2009

Shomen Uchi Shihonage Omote.

El shihonage es una técnica útil, que como todo en aikido, hay que aplicar bien para que funcione correctamente. Como dice nuestro maestro, toda técnica en aikido es como una firma que hay que iniciar y finalizar sin parar entre medias. En caso contrario, no será efectiva.

Esta es la variante que utilizamos cuando recibimos un ataque en shomen uchi, o sea, un ataque vertical, que bien podría ser un botellazo o un golpe con un palo. La variante, dentro de este ataque, es Omote (forma normal). Vamos a ver el desarrollo del movimiento partiendo de la base de que nuestro oponente es diestro.

El procedimiento:

1 - El oponente (uke) inicia el ataque con shomen uchi (ataque vertical descendente). Según se mueve, damos un paso hacia la derecha para evitar el golpe mientras interceptamos su mano con la nuestra siguiendo la dirección del golpe. No se trata de dar un simple paso, sino de salir de la línea de ataque del rival completamente. En aikido no se bloquea, se desvía. Nuestro movimiento debe ser completamente vertical y fluído para que su brazo deslice ligeramente. Con el brazo derecho golpearemos en su cuello, realizando un atemi. Este punto puede ser la arteria, la clavícula, o la cara. El punto donde mejor nos convenga en el momento determinado.

2 - Sujetando la mano por la muñeca del oponente que golpeaba con nuestra izquierda, guiamos su movimiento trazandos un círculo hacia dentro por el lado exterior con ella hasta acabar sujetandola con nuestras dos manos. Nuestro codo izquierdo debe acabar casi en linea con su brazo, por debajo. Hacemos palanca con su brazo mientras seguimos guiando el movimiento circular hacia arriba mientras entramos por debajo. Con esta palanca conseguimos provocarle dolor y así lograr continuidad en el movimiento, de forma que el paso se pueda realizar correctamente.

3 - Desplazamos la pierna que se encuentra al lado de nuestro rival hacia atrás y giramos realizando tenkan sobre ella, rotando su brazo por el lado exterior, hasta acabar a su lado, de frente a él, sujetando su muñeca. Hay que procurar realizar este giro muy pegado al oponente, o puede girar con nosotros y sorprendernos contraatacando. El rival debe quedar con el codo mirando al frente y el angulo de su brazo totalmente cerrado.

4 - Para derribarle, presionamos su mano hacia abajo y hacia delante, doblando su muñeca y trazando un semicirculo en el aire, mientras damos un paso largo hacia delante. La articulación hará todo el trabajo, obligandole a caer. Hay que procurar tirar hacia abajo y no hacia nosotros, porque en ese caso romperemos su brazo, y no es lo adecuado cuando practicamos en clase. Una técnica útil es retorcer la muñeca hacia el rival con el fin de no partirle el brazo, ya que la articulación presionará el codo hacia él, si realizamos un movimiento amplio en el que pueda existir ese peligro.


lunes, 27 de abril de 2009

Una forma, varias formas.

Me encontraba parado en medio de clase, sin saber con qué compañero juntarme para praticar el ejercicio. No somos muchos, pero lo normal es que los nuevos practiquemos con los avanzados, y así aprendemos mejor la técnica. Decidí acercarme a Gonzalo.

Gonzalo es muy técnico, se fija en los detalles y es una persona que imprime respeto cuando te acercas a él. Suele ser con quien más aprendo. Me comentó que durante el movimiento no me desplazo lo suficientemente lejos, y que realizo el giro con fuerza, cuando debe ser con fluidez.

Tras practicar un rato, se me acercó Borja, para dejar a Gonzalo seguir con otro. Borja trabaja diferente, pero sabe expresar muy bien el desarrollo de los ejercicios, por lo que con él entreno bien la técnica. Con él aprendí a realizar mejor el movimiento de rotación.

Por otro lado, tuve la oportunidad de practicar el mismo ejercicio también con Manuel. Él es de esas personas que conciben el ejercicio como algo que hay que realizar con firmeza y determinación. Con él... bueno, aprendo el dolor de caer, como se siente la técnica y cómo no hacerla de forma incorrecta en puntos determinados.

Es curioso cómo cada uno hace mella en cierta parte de la técnica, donde es su fuerte. He ahí la importancia de conocer las cosas desde todos los puntos de vista posibles. Era una sola técnica, pero en realidad de varias formas. Si juzgas una técnica por cómo la hace una sola persona no la podrás entender en su totalidad, al igual que en ésta vida si juzgamos las cosas sólo por un sólo punto de vista nos quedaremos con una visión muy obsoleta.

Hay que procurar aprender de todas las perspectivas para conocer las cosas más profundamente.

domingo, 26 de abril de 2009

Para avanzar camina más despacio.

Lo recuerdo bien.

Respiro profundamente y agarro el sable con firmeza, pero cierta soltura. Miro a los ojos a mi oponente, y espero su ataque.

Con un paso largo y contundente, se abalanza sobre mi con un ataque vertical.

Me desplazo en diagonal hacia un lado, golpeando sus dos brazos con un único ataque de espada, cambio el agarre de mi mano adelantada y sujeto el sable del revés.

Realizo un nuevo movimiento, girando para acabar al lado de mi oponente, mirando en su misma dirección, usando mi espada para dirigirle hacia donde quiero, haciendo palanca con la suya.

Ya sólo queda un último movimiento.

Sujeto su cara con mi mano izquierda para propulsarle, pero algo sale mal. No le agarro bien, aún así empujo pero no consigo desequilibrarle, y, como consecuencia, contraataca echando por tierra todo el esfuerzo hasta el momento, por muy bien que lo hubiera realizado desde el principio.

¿Qué ha pasado?

Estás intentándolo demasiado rápido. Prueba más lentamente, vacía la mente. Deja fluir las cosas, no las fuerces. Es la base del aikido. Si haces fuerza, no es la técnica que trato de enseñarte. No es el camino. Has realizado el ejercicio perfectamente hasta que has pensado que haciendo fuerza podrías terminarlo de la misma manera, y no es así. A partir de ahora no te abalances, deja que tu corazón guie tus movimientos y dominarás a técnica.

Si, maestro.