domingo, 29 de mayo de 2011

Naturalidad.

Existe un refrán que dice "Aprende todo lo que puedas para después olvidarlo". Hasta hace bien poco no había entendido el significado concreto que tiene. Creo que es algo que es perfectamente aplicable tanto para la vida diaria como para la práctica de las artes marciales, más concretamente para el aikido, en el que la fluidez es un elemento clave.

En éste mundo, toda persona que se precie de tener inquietudes y querer crecer como ser humano busca siempre poder comprender mejor todo aquello que le rodea, aprender de la vida y de la gente. De ésta manera nos sentimos más seguros con nuestro entorno, nos acercamos a esa meta de poder "controlar" nuestras circunstancias de forma que nada nos sorprenda. Como artista marcial es lo mismo, queremos llegar a la máxima perfección que podamos para alcanzar el grado más alto en nuestro propio nivel.

El problema se genera cuando llega un punto en el que debemos dejarnos llevar por nuestros instintos y ser naturales pero no lo conseguimos hacer. ¿Por qué? Porque nos hemos acostumbrado al análisis exhaustivo, más allá del instintivo, y estamos demasiado sistematizados. Y es que nada puede ser controlado al cien por cien. Ni siquiera con los mayores conocimientos.

Llega un punto en que si sistematizamos nuestro cerebro para llegar a un resultado en concreto, crearemos un vicio que no nos permitirá ser naturales cuando haga falta al "mecanizarnos". Por ejemplo, si nos concentramos demasiado en ejecutar cada paso de una técnica, es muy probable que ésta pierda toda su fluidez. El cuerpo humano, el ser humano necesita ser natural. Necesita hacer las cosas a su manera, aunque estén mal hechas, y por eso, aunque hay estudiantes más aventajados que otros, todos necesitamos pasar por éstos puntos y dejarles pasar por ellos para que de ahí vayan avanzando.

Y a aquellos que ya poseen amplios conocimientos y quieran perfeccionarlos, lo mismo: de ahi la necesidad de "olvidarlo todo una vez lo hayamos aprendido bien". La actitud básica debe ser dejarse llevar por la situación, olvidarse de la tensión, sentirse cómodo con el momento y fluir. Es útil respirar profundamente e intentar vaciar la cabeza de pensamientos.

Llevo tiempo considerando que mi capacidad de análisis me ha ayudado a llegar más rápido a conocimientos que otros no tendrían aún en mi situación, y ello genera sentimientos de superioridad nada adecuados. Ahora he comprendido que dicha facultad es un factor positivo, pero no es algo de lo que se deba abusar.

En conclusión, el análisis de las situaciones o de las técnicas nos abrirá las puertas a conocimientos más amplios en menos tiempo, si somos astutos para absorberlos. Pero, de la misma manera, pueden hacernos perder efectividad si abusamos de esa sistematización que nos embota la mente y nos insensibiliza, y no dejamos paso a los movimientos naturales. Como todo en ésta vida, el propio artista marcial, como guerrero y como ser humano, debe saber ser equilibrado.