viernes, 19 de junio de 2009

Randori

Randori. Este término hace referencia, traducido al español, a "todos contra uno". Es una parte esencial de este arte, y creo que merece una mención especial asi que vamos allá.

En primer lugar, vamos a explicar más detalladamente de qué se trata.

Randori es un ejercicio que se practica aproximadamente una o dos veces al mes (según nuestro sensei convenga). Es un ejercicio de total desgaste físico, tanto es así que uno suele acabar lamiendo el suelo si se hace correctamente.

En él suelen participar alumnos que ya llevan un tiempo de práctica y dominan medianamente bien las técnicas como poco. Me refiero a un randori bien hecho, porque por lo general todos los ejercicios son adaptables al nivel de cada uno.

Este es el desarrollo: El alumno que ejecuta el randori se coloca en el centro del tatami, y sus compañeros lo rodean. Simultáneamente, cada uno de ellos irá atacando y desplazándose como crean conveniente. La idea es simular un combate callejero real.

Como la acción no termina hasta que el sensei quiera, segun caes al suelo debes levantarte, esperar un ataque, contraatacar, buscar el siguiente objetivo... no hay momento de descanso. Entrenas perfección, resistencia y ante todo percepción visual. No hay que perder detalle de cada rival. Cuando termina tu ronda, serás uno de los que atacan en la siguiente.

¿Cuales son los puntos en contra, entonces? Hasta para el más entrenado, el randori en cierto modo puede ser peligroso. Y, evidentemente, más para aquellos que atacan que para el que lo ejecuta. Quieras o no, requiere cierto grado de velocidad, no permite una segunda oportunidad, por lo que las técnicas no siempre salen adecuadamente.

Una técnica mal ejecutada en aikido puede significar rotura, ya sea fibrilar u ósea. Desgraciadamente uno de los fallos de los más principiantes suele ser el querer avanzar más rápido de lo normal, y es en éstos casos cuando los accidentes ocurren. Hay que tratar de poner en práctica las técnicas nuevas, pero esencialmente entrenar aquellas que necesitan de perfeccionamiento antes de lanzarse a nuevos retos. Tenemos que tener en cuenta que con lo que jugamos es con la salud de nuestros compañeros, y por ello hay que tener cuidado.

Mi experiencia personal al tema es que es un ejercicio tremendo que puede ayudarnos enormemente a la mejora en el arte. Cada uno es como es, hay gente con más facilidad o menos para el ejercicio. Yo personalmente considero que hay que tener algunas técnicas que se dominen a la perfección desde cada dirección y movimiento, de esta manera tenemos una base que podemos usar cuando no sepamos qué hacer. Después de todo no hay tiempo para pensar, así que es mejor dejar fluir ese movimiento en un momento de bloqueo, y cuando nos encontremos más despejados, ir probando a utilizar los nuevos que aún no esten perfeccionados para aprender su uso en un combate más dinámico.

domingo, 14 de junio de 2009

Tradición Japonesa II: Los grados.

Como comentaba en la anterior entrada, Japón se caracteriza por ser un país sumamente estricto con su tradición y sus métodos de enseñanza. Esto también se aplica al aikido, a la hora de entrar en práctica.

En primer lugar, los alumnos más nuevos deberán entrenar con los de mayor grado. Esto asegura un equilibrio en las clases. Pero, ¿cómo se establecen los grados?

Un alumno que acaba de comenzar el camino del aikido, no tiene grado. Se puede decir que es "mukyu" (Sin grado). A medida que avance en la práctica de este arte, mejore y conozca las técnicas correctamente, podrá realizar un examen de ascenso de grado. Cada examen comporta un conocimiento de determinadas técnicas y cierto tiempo de práctica. Estos son:

- 6º Kyu: El primer grado, el más bajo. Se comienza desde aquí.

- 5º Kyu: Dos meses de práctica o veinte horas de curso, tras haber comenzado los estudios en el arte.

- 4º Kyu: Tres meses de práctica o sesenta horas de curso, tras haber alcanzado el 5º kyu.

- 3º Kyu: Tres meses y medio de práctica o setenta y cinco horas de curso, tras el 4º kyu.

- 2º Kyu: Cuatro meses de práctica o noventa horas de curso, tras el 3º kyu.

- 1º Kyu: Seis meses de práctica o ciento veinte horas de curso, tras el 2º kyu.

A partir de aquí, se aspira al shodan, o 1º dan. La palabra "dan" significa "peldaño". La filosofía es que el aprendizaje es como una escalera llena de peldaños: no se pueden saltar ni sortear. Hay que pasar por todos para llegar al conocimiento verdadero. Se dice que cuando se alcanza el shodan, comienza a preverse la realidad del aikido, su verdadera finalidad.

Como se puede ver, los "kyu" van en descenso (6º, 5º, 4º...) al llegar al shodan, comienzan a ir en ascenso (2º, 3º, 4º...)... cada escuela tiene un número determinado de danes que se pueden alcanzar, pero según las normas de la asociación oficial Aikido Aikikai, el máximo que puede obtener un aikidoka en vida es 8º dan.

Este sistema de grados esta impuesto desde hace más de 200 años, aunque el método era algo distinto. Los grados eran más bien títulos: shoden, chuden y okuden, y se consideraba que en cada uno, el alumno había alcanzado parte, mitad o profundo conocimiento del arte (en ese orden). Por último, si un alumno conseguía todos los conocimientos sin reservas, obtenía el título Menkyo Kaiden.

Posteriormente esto cambió con las reformas. Ahora no se buscaba tanto la perfección de la técnica tanto como la evolución espiritual y física. La vida era pacífica. El mundo era distinto.

Los grados cambiaron a kyu. Esto fue instaurado inicialmente por el gran maestro Jigoro Kano de Judo, y más tarde sería adoptado por el karate. Posteriormente pasaría al aikido, y a otras artes marciales. El método era: cinturón blanco al alumno, cinturón negro al maestro, teniendo en cuenta los grados. Cuando se alcanza el shodan, uno obtiene el cinturón negro y la falda hakama.

Ya en el siglo XX, a mediados de los 50, a cada grado se le asignaría un color para poder ver directamente el nivel y experiencia del alumno, aunque también como método persuasivo para los jóvenes que buscaban un premio por su esfuerzo, y así ver objetivos a corto plazo de una manera tangible. Sin embargo, este asunto depende mucho del arte marcial y la escuela a entrenar.

En nuestra escuela no utilizamos colores. Esto no es ni mejor ni peor, símplemente se mantiene el estilo tradicional de paso de grado y evolución. Eso sí, se entrena en lo posible directamente con hakama, debido a la lógica de aprender ya con el uniforme adecuado.
La hakama también tiene un método específico para anudarse y colocarse. A continuación podreis ver el vídeo de cómo se hace correctamente. Hay muchos métodos, algunos más cómodos que otros.

Próximamente seguiremos hablando de más historia y tradición acerca del aikido y japón.

viernes, 5 de junio de 2009

Tradición Japonesa I: Normas en el tatami.

Japón se caracteriza por ser un país en el que la tradición y la educación son algunos de los pilares de la vida cotidiana. El respeto por la cultura y los ancestros es para los japoneses algo esencial, y en el aikido, como parte de esta cultura oriental, permanece presente de forma solemne durante el desarrollo de las clases.

La primera vez que entras en una clase de artes marciales japonesa, sea la que sea, lo haces con total desorientación. Te sientas donde crees que debes, te pierdes cuando toca hacer la reverencia... pero tus compañeros te irán explicando lo que no entiendas por tu propia comprensión.

En primer lugar, el maestro es considerado alguien superior. Sus enseñanzas son máximas, y hay que mostrarle el mayor respeto. Por eso, él se limitará a explicar las técnicas y pulir tus defectos. En segundo lugar, tus compañeros. Al comenzar, todos serán senpai. Esta palabra significa "compañero" a modo de alumno, pero guarda el significado de alguien con más conocimientos que tu, que puede servirte de guía. Ellos se encargarán de resolver tus dudas. A medida que avancemos se integrarán nuevos compañeros en clase con menos conocimientos. Estos serán nuestros kouhai, compañeros a quienes podemos servir de mentores. En tercer lugar, el tatami.

El tatami se divide en cuatro lados: Shihandai, Joseki, Shimoza y Shimoseki. Luego tenemos el kamiza, o altar.

- El Shimoza es el lado por el que se entra siempre al tatami. Antes de entrar, siempre hay que colocarse en el borde de este y realizar una reverencia. Al abandonarlo, también es indispensable realizarla. Si la clase ha comenzado, habrá que esperar a que nuestro sensei nos permita entrar. Se puede decir que es el lado "sur". Una vez dentro, nos sentaremos en fila, mirando hacia el lado norte. De izquierda a derecha, se sentarán los alumnos de menos a más conocimientos. Cada uno tiene su sitio, según su grado.

- En el lado opuesto, o Shihandai, se sitúa el sensei frente a los alumnos. Este puede considerarse el lado "norte" del tatami. Detrás del sensei se encuentra el altar, y en él, la foto del gran maestro. Cuando la clase comienza, lo primero es realizar una reverencia al altar. Nuestro sensei también debe realizar la reverencia. Después se girará hacia nosotros, y realizaremos otra reverencia hacia él. Tras esto, levantará la pierna derecha para ponerse en pie, y nosotros haremos lo mismo. El siguiente paso es erguirse, y la clase comienza.

- Joseki y Shimoseki son los lados "oeste" y "este" del tatami. En el shimoseki se colocarán los asistentes del sensei. Tanto unos como otros deben mirar hacia dentro del tatami, lógicamente. Además, seguirán de izquierda a derecha la ley de menor a mayor grado.

Para sentarnos en el tatami, debemos colocarnos en posición seiza. Esto es, de rodillas, sentados sobre nuestras nalgas. El empeine de los pies pegado al suelo y la espalda recta. Las manos descansan sobre los muslos. Hay personas que no pueden adoptar con facilidad esta posición, ya sean ancianos, gente con deficiencias corporales o personas lesionadas. En este caso esas personas se podrán sentar con las piernas cruzadas. Hacerlo es considerado de mala educación e informal si no se dan los casos anteriores, sin embargo, a los occidentales nos está permitido. Por otro lado, como una cuestión de respeto sería importante por lo menos intentar adoptarla.

Una vez comenzada la clase, los alumnos de mayor rango o cinturón deberán ayudar a los de menor rango. El que más rango tiene, con el que menos. Por eso ahora comprendo que mi compañero Manuel me pegara esas palizas. En aquel momento, yo era el más novato. Así se equilibran las clases. En el próximo topic hablaré de los grados y cinturones, y de esta manera completarlo definitivamente.